Fragilidad


Hace dos días soñé contigo. Fueron sólo unos instantes en que te veía sentado muy tranquilo y con cara de felicidad. Me acerqué a ti, te abracé y te dije que te quería mucho, justo después desperté. Ayer, recordando eso, mi mente conectó con el recuerdo de aquel accidente que tuviste en la carretera a Tulum. Creo que habrían pasado sólo dos años más o menos desde que llegamos a Cancún, pero aunque con el tiempo ese acontecimiento quedó en un segundo plano y en mi caso apenas puedo recordar algunos detalles, quizás haya sido el preámbulo a lo que vendría después. Como una preparación emocional sin nosotros saberlo.

He escrito una carta a mi padre V

Han pasado ya tres semanas desde la última vez que te escribí. Te dije en esa ocasión que la siguiente carta que me escribiste era más larga y con más detalles de cómo viviste el terremoto, creo que fue en esta carta donde también nos enviaste fotos de algunos lugares afectados, pero te las debo porque no las encontré. Ya estabas mucho más tranquilo, hasta unos dibujos muy graciosos me hiciste en la última hoja...