He escrito una carta a mi padre VI



Si no me equivoco ésta fue la carta más larga que me escribiste. Después ya sólo me llegaron dos más antes de que te reunieras con nosotros en Cancún. Quisiera acordarme de lo que pensé al leerla, pero si estoy seguro que tus consejos los aprendí bien y todos estos años los he tenido muy presentes, tanto que si hubiese tenido el más mínimo miedo a algo no hubiera llegado hasta donde estoy ahora.


Como te dije al inicio de la primera carta, casi no te reconozco en lo que escribes, porque fueron relativamente pocos años los que tuvimos para conocernos mejor, y por eso mismo el haber redescubierto estos documentos es algo que me llena de felicidad, y te los transcribo para que te acuerdes de lo que me contabas.

Mamá hace pocos años me contó lo de los golpes que, brevemente, mencionas en esta carta, y en general lo que tú quisiste contarle a ella de tu infancia. Y aunque quisiera poder decirle algo a la gente que te hizo daño confío en que el tiempo pone a cada uno en su lugar y le da lo que merece. De igual manera me quedo tranquilo al saber que siempre fuiste una buena persona, y que todo lo que te faltó nos lo diste a nosotros, y doble. Gracias.


"México, D.F. 3/Oct./1985

Para mi hijo Erik, de tu Papá que no te olvida, te quiere y extraña mucho.

Hola hijito ¿cómo estás?, te escribo esta carta el día jueves, cumpleaños de Edgar, a las 2:00 p.m. Terminé de desayunar, o más bien de comer, ya que tuve una cita en la mañana, de mi trabajo, y no tuve tiempo de desayunar.

A Edgar no le hicieron nada, ni comida ni nada, pero creo lo van a llevar al cine o no sé dónde. Ahorita le llamaron por teléfono y se va a la escuela con un amigo ya que no han tenido clases desde el día del terremoto y ya está bien aburrido de estar en la casa, ya que como sabes nada más ve televisión.

Erico, ahorita que regresé de mi trabajo recibí carta de tu mamá y me platica que fuiste a los Boy Scouts y que te lastimaste el pié. Pues no te preocupes hijo que es el principio y debes acoplarte a la situación ya que, como te dije, realizan juegos, cantos e historias, también el excursionismo. Fíjate que cuando yo iba, que ya tiene tiempo, nunca tuve miedo y sí mucho interés, de que si me caía, aunque me doliera me aguantaba; y en vez de quejarme me daba coraje y siempre trataba de que los demás no se dieran cuenta de eso, sino que pensaba que para la otra yo sería el que me quitaría y ellos los que se cayeran. Siempre piensa, hijo, que para saber algo hay que investigar, tratar y sufrir un poco, que cuando ya puedas hacer todo y lo quieras practicar ya sabes y no te quedas con las ganas de aprender.

A mi me pasaron muchas cosas y también me caí y me pegaron, pero fíjate que como no tenía papá y mi mamá casi no me atendía, pues yo tenía que aprender solito y con muchas ganas de hacerlo si me gustaba y si no, lo aprendía. Pero si ya no lo hacía siempre estuve seguro de que lo aprendí y traté; que lo aprendí y bien, con regaños, fallos y golpes (que nunca me faltaron), ya que así se aprende hijo.

Hay muchas cosas que no te he platicado de tu Padre, hijo, pero hoy que tengo tiempo lo hago ya que me siento muy cerca de ti y es casi como si te lo estuviera platicando en persona. Y me dan muchas ganas de seguirte contando tantas cosas que a lo mejor te cansas de leer, pero escribir y decir todo lo que pienso me gusta mucho Yeyi, y me hace feliz, más cuando le escribo a mi hijo Erico que casi parece un libro ¿no crees hijo?

Bien, te platicaré que un día fui de excursión con unos amigos más grandes que yo a las Lagunas de Zempoala (por Cuernavaca), y el más grande se montó en un tronco que flotaba en la laguna y me dijo que me subiera, lo cual hice. Yo sin saber nadar, pero como tenía ganas de saber la experiencia o sensación lo hice. Y que me subo, mas acabando de hacerlo éste trató de tirarme al agua y vi que el tronco se alejaba de la orilla; pensé rápido, medí el peligro y brinqué antes de que se alejara más de la orilla. Me mojé y todos se reían. Yo al principio tuve miedo pero luego también me reí porque medí las consecuencias y tuve la determinación de saltar, ya que si no lo hago no te lo contaría ni sería tu Papá. Lo festejé como te dije, ya que solito aprendí una lección muy importante y es la de decidir por ti mismo en momentos difíciles y cuando te encuentras sólo; porque estas personas me invitaron a subir al tronco, mas no sabían que yo no sabía nadar. Fue lo que me impulsó a aventarme a la orilla de la laguna antes de que fuera tarde y me tiraran más adentro. También decidí que tenía que aprender a nadar, no por gusto, sino por necesidad; ya que si me invitaban otra vez ya sabía nadar y defenderme en caso necesario. Y les demostré no tener miedo nunca, ya que seguí yendo con ellos de excursión y todo fue diferente, hijo, ya me trataban como adulto y aceptaban mis opiniones, ya que aunque tuviera miedo no lo demostraba y trataba siempre de hacer las cosas y mejor que ellos, siempre cuidándome a mi mismo.

Bien hijo, espero me entiendas y quiero que siempre sigas adelante y si te puedo ayudar en algo para eso me tienes. Dime, que lo haré como el mejor amigo que tengas o hayas tenido.

Como ves hay muchas cosas de que platicar y lo hago más ahora que te extraño y estás tan lejos de mi, y como quizás no lo había hecho, pero te quiero y quiero que seas de lo mejor en todo, hijo, así como lo eres en la escuela y en tus estudios quiero que lo seas en todo hijito.

Bien, hijo, me despido después de esta cartota que te escribí. Deseo la entiendas y la leas con todo el cariño que me tengas, ya que yo lo hago con todo el amor que te tengo y deseo me entiendas, que estoy muy solo para pensar muchas cosas y principalmente en ustedes.

Quien los quiere mucho, tu Papá Nacho.

Hijo, te mando este poquito de dinero pero con mucho amor.

Si no puedes entenderla dile a Mamá que te ayude.

Deseando estés de lo mejor y muy contento en compañía de Beny (no le pegues) y Mamá."



I've written a letter to Daddy, Baby Jane Hudson